El estigma del trabajo sexual tiene un alto costo
Por Zahra Zsuzsanna Stardust
El estigma es una marca de deshonra, un descrédito social o una identidad estropeada. Para las trabajadoras sexuales, el discurso legal, cultural y social se caracteriza por “lujuria, excitación, indignación y disgusto”.
Las narrativas del trabajo sexual como indeseable y de las trabajadoras sexuales como víctimas descartables impregnan intensamente nuestra imaginación cultural.